domingo, 19 de enero de 2014

Conde Arnaldos


Quién hubiera tal ventura
sobre las aguas del mar,
como hubo el conde Arnaldos
la mañana de san Juan
yendo a buscar la caza
para su falcón cebar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar
las velas trae de seda
jarcias de oro torzal
áncoras tiene de plata
tablas de fino coral
marinero que la guía
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma
los vientos hace amainar
las aves que van volando
al mástil vienen posar
los peces que andan al fondo
arriba los hace andar.
Allí habló el infante Arnaldos
bien oiréis lo que dirá
"Por tu vida el marinero

dígasme ahora ese cantar"
...
"Yo le diré ahora el canto
si bien queréis escuchar,
mas debe saber señor
que el secreto ha de guardar".
Asintiera el caballero,
ansioso estaba por escuchar
"Al alba hallé un tesoro;
debieron de descuidar,
cuando partía a mi tierra
no pude crédito dar,
parárame una sirena
dueña del bello cantar"
"¡Una sirena, un tesoro
marinero cuente más!"
Contábale el secreto
mientras reinaba la paz,
terminara de contarlo
e ir de nuevo a navegar.